¿PORQUE ME ABURREN LOS HOMBRES/MUJERES QUE ME CONVIENEN?

Muchas personas dicen aburrirse con parejas, o con potenciales parejas, que son buenas personas, accesibles y cariñosas. A veces ocurre desde el principio, otras veces a partir de un determinado momento, y en otros momentos cuando las relaciones ya están muy avanzadas. 

En muchos casos esta queja, de estar aburridos, les lleva a romper con la relación o a quejarse reiteradamente de una falta de conexión, de que esta pareja les ha dejado de gustar, de que no la ven para ellos, que necesitan otra cosa, que no va a funcionar. .. 

Tras la ruptura. sin embargo, se experimenta al principio un alivio, pero con el paso del tiempo, nos sentimos vacíos, tristes y hasta desconectados, volviendo a buscar algo que nos reactive.

En muchos casos, estos sentimientos de "aburrimiento", y de "falta de conexión", pueden deberse a defensas inconscientes a relaciones potencialmente estables y de calidad, a las que podemos no estar acostumbrados, sentirnos no merecedores o incapaces de gestionarlas con éxito

Estas relaciones sanas, pueden causar ciertos temores de no estar a la altura del otro, de no saber intimar más o mejor, de que el otro nos pueda dañar o que las cosas no salgan como esperábamos. Pero esto ocurre en un nivel tan inconsciente y profundo, que la persona, no entiende lo que le ocurre, es "perfecto, pero no me gusta para mí". Como la canción de Serrat, "Me gusta todo de ti, pero tú no".

Estas personas que nunca logran encontrar una pareja estable, prueban con muchos y muchas, pero terminan agobiadas, desconectadas y solas, y rompen una y otra vez, parecen no encontrar nunca a su "príncipe/esa azul". En otros casos, solamente se vinculan con gente inaccesible, y que les ignora o se aprovecha de ellos, esto suele engancharlos más, pues el riesgo de verdadera intimidad es nulo. 

Luis J Juri, habla de las angustias y ansiedades de encierro que experimentan algunas personas cuando tienen relaciones de cercanía afectiva, donde se reactivan en estos encuentros de intimidad real, situaciones traumáticas infantiles con sus figuras de apego, dificultándose la confianza para poder dejarse llevar y disfrutar de los encuentros. 

Es tan "claustrofóbica" la carga emocional del encuentro con el otro, como lo era siendo niños con sus padres o cuidadores y debido a este tipo de traumas o heridas infantiles, pueden notar en el presente síntomas físicos (mareos, agotamientos, vértigo), y su mente se siente embotada, irritada, e incapaz de conectar con el otro. 


¿Qué podemos hacer entonces? 

Hemos de ser pacientes, dar tiempo, saber que mucho de lo que nos pasa con el otro, no es porque sea aburrido, o soso, sino que no le estamos valorando adecuadamente, como tampoco sabemos valorarnos a nosotros mismos. 

En una relación no todo son momentos fantásticos, estupendos, estelares, mágicos y especiales.. también hay momentos cotidianos donde no sabemos que hacer, estamos cansados, el otro esta triste o poco activado, nos da vergúenza o timidez hacer o pedir algo. 

No hemos de asustarnos de la cotidianidad, ni de los silencios, esto es normal y pasará, todo es valioso, no te vayas a la primera de cambio, quédate, respira, piensa, siente, ¿que más esta pasando? ¿Es huir la única solución? ¿Qué me abruma del otro? ¿Me estoy creyendo su sincero afecto? ¿Le estoy dando oportunidad a mis sentimientos? ¿Estoy anticipando problemas?


Buscar psicoterapia puede ayudar, si ves que siempre te ocurre lo mismo, y no puedes avanzar con nadie. 

Recuerda diferenciar algo.. de la persona que no te interesa, no te hubieras dispuesto a acercarte/ pedirle una cita/ hablar/.. si ya estás con alguien que te ha interesado, sigue conectado con curiosidad a como es esta experiencia para ti y para el otro, sin prisas, sin expectativas, disfruta de lo real y de lo pequeño y date tiempo si algo te abruma, hasta poder reflexionar que está ocurriéndote.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA RUEDA DEL CONSENTIMIENTO: CONSTRUIR LÍMITES SEGUROS

¿PARA QUÉ SIGUES CON ALGUIEN QUE NO TE SEGURIDAD?

SÍNDROME DE WENDY: COMO DEJAR DE QUERER SALVAR A HOMBRES QUE NO QUIEREN CAMBIAR