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Algunos hombres y mujeres adultos, padecen lo que el psicólogo Dan Kiley llamó Síndrome de Peter Pan.  Estos hombres/mujeres han tenido infancias donde sus familias han sido manipuladoras, y los han utilizado en su propio beneficio, siendo además intrusivos y posesivos, abusando de ellos,  y en otros casos han sido víctimas de familias rechazadoras, narcisistas o maltratadoras, donde los hijos no han sido vistos o han sido rechazados, humillados y maltratados. A consecuencia de estas heridas infantiles, tienen mucho temor a crecer, en el sentido de afrontar sus problemas, relacionarse comprometidamente y poder compartir con los demás de forma responsable y adulta. Tienen miedo de que vuelvan a abusar de ellos , o de que les vuelvan a utilizar, y como consecuencia, se dedican a vivir como eternos niños, o eternos adolescentes. Estas personalidades inmaduras fruto de estos traumas, suelen ser egocéntricas, impulsivas, con dificultad para regularse emocionalmente, (por lo que muy a menud

Muchas personas dicen aburrirse con parejas, o con potenciales parejas, que son buenas personas, accesibles y cariñosas. A veces ocurre desde el principio, otras veces a partir de un determinado momento, y en otros momentos cuando las relaciones ya están muy avanzadas.  En muchos casos esta queja, de estar aburridos, les lleva a romper con la relación o a quejarse reiteradamente de una falta de conexión, de que esta pareja les ha dejado de gustar, de que no la ven para ellos, que necesitan otra cosa, que no va a funcionar. ..  Tras la ruptura. sin embargo, se experimenta al principio un alivio, pero con el paso del tiempo, nos sentimos vacíos, tristes y hasta desconectados, volviendo a buscar algo que nos reactive. E n muchos casos, estos sentimientos de "aburrimiento", y de "falta de conexión", pueden deberse a defensas inconscientes a relaciones potencialmente estables y de calidad, a las que podemos no estar acostumbrados, sentirnos no merecedores o incapaces de

Cuando una relación de pareja no funciona como esperábamos, nos dejan, nos decepcionan, dejamos, o nos sentimos traicionados, podemos tener un dolor emocional y que muchas veces pase a ser dolor físico. A esto se le llama "somatizar" el dolor psíquico. Algunas personas cuando tienen mal de amores y también a veces cuando se enamoran mucho de alguien pueden dejar de comer, se sienten muy revueltas (por estar muy tristes o por estar muy contentas), y notan corporalmente como les afectan sus sentimientos (están enlentecidas,  pálidas y desvitalizadas, o bien llenas de energía). Una ruptura o un fracaso relacional puede producir un dolor real en el corazón, es lo que se llama síndrome del corazón roto, por unos momentos la persona se queda sin aire, con dolor, y opresión en el pecho, y dificultades para pensar, concentrarse y moverse con facilidad, porque literalmente se ha producido   un daño en el músculo cardíaco que produce una disfunción ventricular, alterando la circulaci