SÍNDROME DE PETER PAN: ¿DEJARÁ MI NOVI@ DE SER UN NIÑ@ ETERNAMENTE?

Algunos hombres y mujeres adultos, padecen lo que el psicólogo Dan Kiley llamó Síndrome de Peter Pan. 

Estos hombres/mujeres han tenido infancias donde sus familias han sido manipuladoras, y los han utilizado en su propio beneficio, siendo además intrusivos y posesivos, abusando de ellos, y en otros casos han sido víctimas de familias rechazadoras, narcisistas o maltratadoras, donde los hijos no han sido vistos o han sido rechazados, humillados y maltratados.

A consecuencia de estas heridas infantiles, tienen mucho temor a crecer, en el sentido de afrontar sus problemas, relacionarse comprometidamente y poder compartir con los demás de forma responsable y adulta. Tienen miedo de que vuelvan a abusar de ellos, o de que les vuelvan a utilizar, y como consecuencia, se dedican a vivir como eternos niños, o eternos adolescentes.

Estas personalidades inmaduras fruto de estos traumas, suelen ser egocéntricas, impulsivas, con dificultad para regularse emocionalmente, (por lo que muy a menudo caen en las drogas, el juego y otras adicciones), con impotencia social (apenas tienen amistades profundas o estas son muy superficiales), pensamiento mágico (lo haré mañana, si no lo pienso no ocurrirá, si lo deseo se cumplira), y relaciones familares de idealización o devaluación.

Como el personaje Peter Pan, niegan su sombra, la han perdido, no conectan con ella y niegan el paso del tiempo, están en el País de Nunca Jamás, jugando, riendo y haciendo trastadas.

Muchos hombres y mujeres Peter Pan pueden crecer si aprenden a afrontar sus propias vidas, se toman en serio a si mismos (sentimientos, deseos, metas), aprenden a relacionarse con empatía y autenticidad, y desarrollan habilidades de afrontamiento de los problemas reales del día a día.

Para ello deben integrar su pasado, aceptar su presente y proyectarse hacía el futuro con ilusión.

Muchos Peter Pan, encuentran a Wendys, que son parejas dispuestas a "hacer de madres", pero con el tiempo estas relaciones asimétricas, donde uno cuida del otro, están condenadas a fracasar, ya que Wendy también padece su propio síndrome, ser útil en función del cuidado del otro, estar para ocuparse de los demás y ser vista a través de la entrega y la laboriosidad, creando a largo plazo, agotamiento y rencor. 

Estas parejas han de aprender a equilibrar los esfuerzos de forma saludable y tener roles flexibles, donde se puedan cuidar mutuamente. 

Para salir del Síndrome de Wendy, hemos de aprender a escucharnos, valorarnos, confiar en que el otro va a estar ahí si expreso mis necesidades, y darnos permiso para ser autónomas y libres, confiando que siendo como somos, vamos a atraer a personas afines. Las Wendys han tenido infancias de temor, donde debían adaptarse y acomodarse al otro, para ser reconocidas, dejar de anularse será su objetivo para atraer relaciones con más reciprocidad.

Si quieres ayudar a tu pareja a dejar de ser Peter Pan, háblale de cómo te hace sentir su falta de empatía, organización, planificación y dificultades para afrontar la realidad y la intimidad. Ofrécele ayuda terapéutica, para dejar de hacer de "mamá", y demuéstrale que te gusta más cuando es adulto y responsable.

Libros: Peter Pan puede Crecer. Antonio Bolinches y El Síndrome de Peter Pan de Dan Kiley.

Historia de la obra: El autor de Peter Pan, James Mathew Barrie, fue un niño al que se le murió su hermano mayor, él tenia 6 años y su hermano fallecido 14. Desde entonces en su familia se respiró depresión, rechazo y malestar, así esta situación le llevo a no querer crecer, pues tuvo que ocuparse desde muy niño de si mismo y soportar el clima depresivo familiar. Crear Peter Pan, como el niño que sale como un pajarillo libre en busca de aventuras, y donde los Niños Perdidos, son aquellos rechazados o que han fallecido y a los que hay que guiar, le ayudo a encauzar sus sentimientos. Peter Pan en el país de Nunca Jamás, pudo vengarse de no haber tenido infancia, jugar, reír, escuchar los cuentos de Wendy y pelear con el Capitán Garfio, también Campanilla le acompañaba, siempre dispuesta a crear magia a su alrededor. 

Encontrar el punto medio entre la magia y la realidad, es indispensable para poder crecer con éxito y ser un adulto maduro, responsable y con capacidad de amar.